domingo, 8 de agosto de 2010

Artículo Científico

MARIO JO CHANG
Sección A
Diplomado de Andragogía y Habilidades Docentes
Universidad Panamericana
Guatemala, C. A.


Resumen


En el desarrollo del tema se aborda la Andragogía como una ciencia de la Educación que tiene por finalidad facilitar los procesos de aprendizaje en el adulto a lo largo de toda su vida; y la coincidencia entre el principio de la horizontalidad y la empatía, la primera es una relación de igualdad entre los componentes de la Andragogía, y la segunda es el elemento esencial de una relación abierta y comprensiva, argumento que sostienen los Psicólogos.

En conclusión, aunque tradicionalmente se considera que los aprendices adultos padecen ciertas desventajas físicas y habilidades memorísticas, sin embargo, psicológicamente se ha comprobado que esas desventajas son compensadas por la experiencia, la actuación responsable, y la claridad de una autorrealización para lograr el objetivo propuesto.


Palabras claves: La Andragogía; Aprendizaje; La Adultez; Emoción; Inteligencia Emocional; Empatía.


Introducción

Tradicionalmente, se considera que los adultos tienen limitaciones físicas y memorísticas frente a los estudiantes jóvenes que gozan en plenitud de vitalidades, sin embargo, según estudios realizados por los psicólogos, esas limitaciones son compensadas por la experiencia, el entusiasmo, la perseverancia, el autocontrol y la capacidad para motivarse a uno mismo.

Los componentes esenciales de la Andragogía son los facilitadores que orientan el aprendizaje del adulto y los participantes como el eje principal del proceso andragógico que son los adultos con experiencia suficiente para administrar su propio aprendizaje.

La metodología andragógica se fundamenta en el principio de horizontalidad que consiste en una relación de igualdad entre el adulto participante y el facilitador, una interacción de actitudes, responsabilidades y compromisos hacia el logro de objetivos, creando mayor empatía y sensibilidades hacia los sentimientos del otro.

El presente trabajo consiste en describir la relación entre el método andragógico y la empatía creada entre los componentes de la Andragogía, para alcanzar con éxito el aprendizaje de los adultos en forma permanente.



La definición de Andragogía

Manuel Castro Pereira, citado por Adolfo Alcalá, define que: “La Andragogía es una de las ciencias de la Educación que tiene por finalidad facilitar los procesos de aprendizaje en el adulto a lo largo de toda su vida.” (1999:52)

El venezolano, Adolfo Alcalá, propone que la Andragogía como:
“La ciencia y el arte que, siendo parte de la antropología y una de las ciencias de la educación y estando inmersa en la educación permanente, se desarrolla a través de una praxis fundamentales en los principios de participación y horizontalidad, cuyo proceso al ser orientado con características sinérgicas por el facilitador del aprendizaje, permite incrementar el pensamiento, la autogestión, la calidad de vida y la creatividad del participante adulto, con el propósito de proporcionarle una oportunidad de lograr su autorrealización.” (1999:54)

Alfonso Sánchez, amplía el concepto de la Andragogía, diciendo que: “La Andragogía como ciencia de la Educación que debe ser hecha, clarificada y perfeccionada, surge como una respuesta a la búsqueda de un hombre que aspira incorporarse a una sociedad dinámica y progresista.” (1999:53)

Félix Adam, afirma que: “El objeto de estudio de la Andragogía lo constituye el adulto aprendiz, considerado como una unidad integral; con esto se quiere dar a entender al adulto que participa con otro adulto en el diseño, planificación programación, desarrollo, evaluación, realimentación y actualización de su propio proceso educativo.”

En resumen, de los conceptos tomados de los cuatro autores citados arriba, se puede concluir que la Andragogía es un sistema de educación para los adultos en forma permanente.

Es imposible separar el desarrollo técnico y científico de la vida social del hombre, por cuanto casi toda su actividad surge como consecuencia de ese proceso. El progreso científico se hace tangible en forma duradera, cambiante, ascendiente y acelerada. Los objetivos, metas y fines de la educación, por lo general, no avanzan con la celeridad de ese desarrollo, lo cual determina que con la asistencia a escuelas básicas y diversificadas, colegios universitarios y universidades tradicionales, el estudiante logra solamente adiestramiento en vez de una educación nueva, democrática e innovadora que haga posible afrontar con éxito la compleja y competitiva vida adulta.

El aprendizaje del adulto

La Adultez, es definida por Félix Adam, como:
“La plenitud vital que el hombre lograr obtener en un determinado momento de su existencia. La plenitud vital comúnmente se suele definir expresando que es la capacidad del adulto de procrear, de participar activamente en el trabajo productivo, de asumir con seguridad y entereza sus responsabilidades y de ejercer con firmeza, decisión y adecuada conciencia, sus derechos y los de su grupo social.” (1999:60)

El objetivo fundamental del adulto consiste en lograr sus deseos, necesidades, anhelos, proyectos y ambiciones; esto se pone en evidencia, a través de sus variadas manifestaciones. Conocer la adultez psicológica implica dar la debida importancia a la comprensión del hombre como tal. Se caracteriza por la actuación responsable de un ser que sabe lo que hace, que conoce muy bien las razones para hacer lo que hace, y que está plenamente consciente de todos los efectos que se pudieran derivar como consecuencia de su conducta habitual.

La adultez psicológica se puede precisar por el desarrollo en grado máximo de las actividades psíquicas. Las funciones intelectuales, emocionales y cognitivas adquieren gran intensidad, amplitud y funcionalidad.

Los aspectos de mayor relevancia relacionados con la adultez intelectual son:

• A medida que el adulto evoluciona hacia la edad madura, adquiera mucha facilidad para aprender, siendo esto una de las consecuencias de su desarrollo biológico y mental. Varios investigadores se afirman que el ser humano en este lapso, en lo que se refiere al aspecto intelectual, alcanza la etapa de las operaciones formales; en consecuencia, las principales funciones orgánicas, relacionadas con el intelecto, adquieren su máxima amplitud, coherencia y funcionalidad.
• Cuando el adulto logra alcanzar madurez, es capaz de: Tener una percepción clara y realista del mundo; diferenciar y utilizar eficazmente los objetos de su entorno; extender la vida de relación más allá de su ambiente social , resolver con éxito las situaciones problemáticas; y adaptar su conducta personal con visión de existencia efectiva y objetiva.
• En esta etapa, el adulto demuestra un agudo sentido crítico y reflexivo, cualidad que le permite analizar exhaustivamente situaciones de diversa índole.
• Posee suficiente disciplina mental que le posibilita buena capacidad de abstracción, concisión, consistencia y claridad en el lenguaje, adecuado razonamiento lógico y excelente crítica frente a la calidad del proceso educativo.
• El adulto tiene: Mayor disposición para la atención voluntaria; Capacidad inquisidora de razonamiento; y suficiente destreza para relacionar vivencias con nuevos conocimientos, incorporándolos a su vida de manera permanente; proceso que un adulto joven, con frecuencia, no logra realizar por falta de suficientes experiencias vitales en lo que se refiere a aprendizajes recientes.

Inteligencia emocional

Félix Adam, afirma que:

“La Andragogía posee un rasgo interdisciplinario, que tiene soporte en una filosofía y varias ciencias, entre las que se destacan: Ciencias Biológica, Ciencias sociales, Psicología, Ergología y ciencias Económicas. Este carácter interdisciplinario, le da soporte a la Andragogía para considerarla como ciencia, y la Biología aporta a la Andragogía datos importantes sobre la naturaleza anatómica y fisiológica del hombre.” (1999:31)

Aponte, Marrero y Otros, son citados por Adolfo Alcalá, quienes coinciden con Adam, al opinar que: “La Biología aporta a la Andragogía datos importantes sobre la anatomía y fisiología del hombre, La Psicología orientará sobre el comportamiento y las formas de aprender del adulto. Por otra parte, la Metodología Andragógica se relaciona con la sociología y con la Economía” (1999:31)

Félix Adam, asegura que:
“Con relación al acto andragógico, se caracteriza por un enriquecimiento de la experiencia humana; los factores jurídicos, políticos y cívicos son secundarios en la formación del hombre; en cambio, si son fundamentales los biológicos y sociales. Estos últimos son indicadores de la toma de conciencia del hombre, de su capacidad de producir y de sus posibilidades para decidir su destino y el de la sociedad que integra, a la que pertenece y en la cual vive.” (1999:39)

Daniel Goleman, en su obra Inteligencia Emocional, asegura que:
“Son las emociones que permiten al hombre afrontar situaciones difíciles, la persistencia en el logro de un objetivo a pesar de las frustraciones, como para ser resueltas exclusivamente con el intelecto. Cada emoción se predispone de un modo diferente a la acción; cada una de ellas señala una dirección que, en el pasado permitió resolver adecuadamente los innumerables desafíos a que se ha visto sometida la existencia humana. Todos sabemos por experiencia propia que nuestras decisiones y nuestras acciones dependen tanto de nuestros sentimientos como de nuestros pensamientos.”

Según Daniel Goleman, Inteligencia Emocional es: “El conjunto de habilidades entre las que destacan el autocontrol, el entusiasmo, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo, una de las características de la Inteligencia Emocional, es la capacidad de motivarse a uno mismo, de preservar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular el propio estado de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con las facultades racionales y, por último –pero no por ello, menos importante-, la capacidad de empalizar y confiar en los demás.”

La Andragogía y las emociones

Canalizar las emociones hacia un fin productivo constituye una verdadera aptitud maestra. Ya se trate de controlar los impulsos, de demostrar la gratificación, de regular el estado de ánimo para facilitar el pensamiento, de motivarse a asimismo a preservar y hacer frente a los contratiempos o encontrar soluciones eficientes, todo ello parece demostrar el gran poder que poseen las emociones para guiar más eficazmente el esfuerzo.
Las escuelas en la educación integral del estudiante, reconciliando en las aulas a la mente y al corazón, con innovaciones que tratan de enseñar a los estudiantes los principios fundamentales de la inteligencia emocional que incluye en su programa de estudios la enseñaza de habilidades tan esencialmente humanas como el autoconocimiento, el autocontrol, la empatía y el arte de escuchar, resolver conflictos y colaborar con los demás.
Adolfo Alcalá, opina que los integrantes del proceso andragógico son el Facilitador y el Participante. El Facilitador orienta el aprendizaje del adulto, tratando de vincularlo a las necesidades de éste con los conocimientos y los recursos pertinentes de manera oportuna, efectiva y afectiva. Debe esta sólidamente preparado para facilitar el aprendizaje. El Participante es el eje del proceso andragógico. Es un adulto que está orientado, asesorado y con experiencia suficientes para administrar su propio aprendizaje.
La relación entre los integrantes del proceso andragógico se fundamenta en el principio de Horizontalidad, Félix Adam, afirma que: “La Horizontalidad es una relación entre iguales; una interacción de actitudes, responsabilidades y compromisos hacia el logro de objetivos, metas y resultados exitosos. Se caracteriza por el hecho fundamental consistente en que tanto el Participante como el Facilitador se encuentran en igualdad de condiciones al tener ambos experiencia y adultez; que son factores determinantes para que los procesos educativos se planifiquen considerando la madurez, las necesidades y los intereses que les son propios.”

Afirmación que coincide con Daniel Goleman, quien asegura que: “La conciencia de uno mismo es la facultad sobre la que se erige la empatía, puesto que, cuanto más abiertos se encuentra a las propias emociones, mayor será la destreza en la comprensión de los sentimientos de los demás, y que la raíz del afecto sobre el que se asienta toda relación dimana de la empatía, de la capacidad para sintonizar emocionalmente con los demás.”
Thomas Hatsh y Howard Gardner, son citados por Daniel Goleman, quienes identifican las habilidades siguientes como elementos que componen la inteligencia emocional:

• Organización de grupos: La habilidad esencial de un líder consiste en movilizar y coordinar los esfuerzos de un grupo de personas.
• Negociar soluciones: El talento del mediador consiste en impedir la aparición de conflictos o en solucionar aquellos que se declaren.
• Conxeciones personales: Es la habilidad que se asienta en la empatía, favorece el contacto con los demás facilita el reconocimiento y el respeto por sus sentimientos y sus intereses y permite, en suma, el dominio del sutil arte de las relaciones.
• Análisis social: Consiste en ser capaces de detectar e intuir los sentimientos, los motivos y los intereses de las personas, un conocimiento que suele fomentar el establecimiento de relaciones con los demás y su profundización.

En conclusión, tradicionalmente se considera que los aprendices adultos padecen ciertas desventajas físicas y habilidades memorísticas frente a los estudiantes que gozan la vitalidad de su juventud. Sin embargo, científicamente se ha comprobado que esas desventajas son compensadas por la experiencia, la actuación responsable, y la claridad de una autorrealización para lograr el objetivo propuesto.
El método andragógico se basa en el principio de horizontalidad entre el facilitador y el participante, principio que coincide con la afirmación de Daniel Goleman, “La conciencia de uno mismo es la facultad sobre la que se erige la empatía, puesto que, cuanto más abierto se encuentra a las propias emociones, mayor será la destreza en la comprensión de los sentimiento de los demás, y que la raíz del afecto sobre el que se asienta toda relación dimana de la empatía, de la capacidad para sintonizar emocionalmente con los demás.”

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